Seguridad corporal, por qué nunca debería ser un tema tabú

Seguridad corporal, por qué nunca debería ser un tema tabú

Es fácil entender por qué la educación sobre seguridad corporal se considera un tema tabú. Podemos preocuparnos de que esto pueda provocar miedo y ansiedad en nuestros hijos, y sentir que los estamos asustando haciéndoles creer que corren el riesgo de sufrir daños. Pero enseñar a sus hijos sobre la seguridad corporal no sólo es una conversación necesaria, sino que también es empoderadora. Al enseñarles a sus hijos cómo identificarse y protegerse contra toques no deseados, les está brindando las herramientas para reconocer y responder a una situación potencialmente peligrosa si alguna vez surge. La seguridad corporal nunca debería ser un tema tabú. Al hablar abierta y honestamente con sus hijos, puede ayudarlos a comprender sus propios límites, empoderarlos para tomar buenas decisiones y mantenerse seguros.

Es importante señalar que la seguridad corporal no se trata sólo de proteger a los niños de posibles abusos. También se trata de enseñarles a sentirse cómodos con sus propios cuerpos y a establecer límites con los demás. Estas son lecciones vitales que todo niño necesita aprender para mantenerse seguro.

Desafortunadamente, muchos padres evitan hablar de seguridad corporal debido a su propia incomodidad. Pero este no tiene por qué ser el caso. La enseñanza de la seguridad corporal se puede realizar de una manera apropiada para la edad y el desarrollo que no deje a los niños sintiéndose asustados o abrumados. Si tiene dudas, aquí tiene algunos consejos para comenzar:

  • Inicie la conversación temprano: no es necesario esperar hasta que su hijo tenga cierta edad para hablar sobre la seguridad corporal. En su lugar, puede presentar el tema gradualmente a medida que su hijo crezca y comprenda conceptos más complejos.
  • Hágalo parte de la vida cotidiana: incorporar la seguridad corporal en las conversaciones cotidianas puede ayudar a normalizar la idea y hacerla menos intimidante para su hijo. Por ejemplo, podrías hablar sobre qué ropa es apropiada para usar en público o cómo responder si alguien intenta tocarlos sin permiso.
  • Predica con el ejemplo: modela conductas positivas y límites saludables para tu hijo. Muéstreles que está bien establecer límites y defenderse cuando sea necesario.
  • Concéntrese en el empoderamiento: hable con su hijo sobre cómo se le puede empoderar para que tome sus propias decisiones sobre su cuerpo y cómo quiere que lo traten.

Al hablar abierta y honestamente con su hijo sobre la seguridad corporal, puede ayudarlo a comprender sus derechos, reconocer comportamientos inapropiados y saber qué pasos tomar si alguna vez se encuentra en una situación difícil. No permita que la incomodidad le impida tener esta importante conversación: ¡la seguridad de su hijo lo vale!

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